La labor de Cáritas es posible gracias al compromiso continuo, desinteresado y responsable de más de 1.000 personas voluntarias en la Diócesis de Canarias que dedican parte de su tiempo a favor de las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión y de los intereses colectivos, en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
En la identidad de Cáritas es fundamental el trabajo con las personas voluntarias, que de manera desinteresa dedican parte de su tiempo a dar pasos en la erradicación de la realidad de pobreza y exclusión social.
Las personas voluntarias constituimos el pilar básico e insustituible de su acción, pues, como señala el propio Modelo de Acción Social, «es la realización del compromiso comunitario, fraterno, solidario y con los últimos»